Decantación del vino

La decantación es un proceso que consiste en mover el vino de un recipiente a otro, el cual se le da el nombre de “decantador” o “decanter”.

Una situación cotidiana que todos habremos presenciado alguna vez, para poder entenderlo mejor, es cuando alguien se sirve una copa de vino y remueve el líquido que se encuentra en el interior de esta. Este es un claro ejemplo de decantación, aunque no es tan efectivo como cuando lo traspasamos a otro recipiente.

¿Para qué se decanta un vino?

Decantamos el vino por una sencilla razón, para remover las imperfecciones y los sedimentos. Los sedimentos son partes naturales de los vinos, pero aún así no resulta agradable encontrarlos en la copa. 

Por eso se lleva a cabo este procedimiento, para deshacernos de las imperfecciones y disfrutar de una experiencia gustativa mucho más auténtica y pletórica. 

¿Cómo se decanta el vino?

Lo haremos muy despacio, porque no queremos que le de demasiado aire. Lo que sí queremos es evitar que los sedimentos pasen al decanter.

Para ayudarnos en el proceso contamos con una vela o con una luz led que nos permita apreciar con detalle los sedimentos, a contraluz. Lo hacemos muy despacio y traspasamos el contenido líquido al decantador de vidrio para que quede completamente limpio. Para este procedimiento podremos utilizar decantadores un poco más pequeños porque no buscamos la oxigenación.

Diferencias entre decantar un vino joven y uno viejo

Para decantar un vino, primero tendremos que tener en cuenta si se trata de un vino joven o un vino viejo y en función de esta característica llevaremos a cabo un proceso u otro. 

En el caso del vino joven, resulta muy sencillo. Todo lo que tendremos que hacer será abrir la botella y vaciarla en el decantador. 

En cambio, en el caso del vino viejo, abriremos la botella y la vaciaremos de forma muy lenta y precisa, siempre tratando de que los sedimentos se queden en el cuello de la botella y nunca lleguen a caer dentro del decantador. 

Sin embargo, los vinos tintos ya sean viejos o jóvenes, se deberían decantar 60 minutos antes de probar un sorbo de vino. Y otra forma de asegurarnos de que los sedimentos no caigan en la copa de vino, es dejar la botella en posición vertical durante 24h para que estas imperfecciones se encuentren en el fondo de la botella.

¿Cuáles son las diferencias entre oxigenar y decantar un vino?

Debemos decantar siempre que tengamos un vino que tenga sedimentos, un vino que no se haya filtrado y estabilizado o un vino viejo que tenga muchos sedimentos. El decantador que se utiliza va a ser más pequeño, para que no tenga tanto espacio para que le llegue el oxígeno, utilizando una vela o una luz led.

La diferencia con una oxigenación, si lo que queremos es buscar aire, es que lo vamos a hacer con un decantador más grande y lo haremos con un poco menos de cuidado, más rápido. Traspasamos de forma más ligera el líquido directamente al decantar sin utilizar la vela, ya no nos hace falta porque el vino seguramente esté bien filtrado desde su origen. 

Por eso se dice que no basta tan solo con abrir la botella, ya que en el cuello de la botella no hay el suficiente espacio para oxigenarlo.

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