¿Qué tipos de dietas sostenibles existen?

Empezando por la base de todo se plantea una gran pregunta, ¿qué son las dietas sostenibles? Pues bien, una dieta sostenible es básicamente toda dieta que genere un impacto ambiental reducido y contribuya a la seguridad alimentaria y nutricional, y a que las generaciones presentes y futuras lleven una vida saludable. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) añade a esta definición que las dietas saludables además deben ser asequibles, accesibles y culturalmente aceptables. 

Con el paso del tiempo se ha visto una mayor concienciación de la población por temas medioambientales, además de por la salud. Esto ha llevado a que cada día más y más personas decidan adoptar una dieta sostenible, buscando un equilibrio con el planeta. Esta tendencia en la gastronomía afecta a todo el sector, desde los mercados hasta la hostelería. Principalmente en esta última es fundamental la formación de profesionales del sector en la creación, diseño, desarrollo e implantación de actuales y futuros modelos de cocina.

¿Cómo hacer dieta? 

Seguir una dieta sostenible puede suponer un paso difícil al principio, no saber qué alimentos se deben consumir más y cuáles menos, donde comprar o qué cantidades son las ideales. No hay una lista de normas que haya que cumplir para que tu dieta se pueda considerar sostenible o ecológica. Sin embargo si hay una serie de pautas que puedes seguir si quieres transformar tu dieta en una más sostenible y no sabes por dónde empezar. 

• Reducir el desperdicio de los alimentos: Es algo que habrás escuchado cientos de veces, pero es una realidad, los números hablan por sí solos. Solo en Europa se calcula que al año se desperdician alrededor de 88 millones de toneladas, de las cuales cerca del 53% procede de los hogares. 
• Consumir menos: Consumir menos, en general. Actualmente existe una tendencia mundial a consumir en exceso, pese a que muchas personas sigan padeciendo hambre en todo el mundo. Y, aunque el exceso de consumo ha estado históricamente relacionado con países desarrollados, empieza a serlo en países en desarrollo. A la conclusión que se llega es que reducir la ingesta de calorías puede ser igual de beneficioso para el medio ambiente como para la salud de las personas. 
• Menos alimentos de origen animal: Por lo general la producción de alimentos de origen animal necesitan un mayor número de recursos que la producción de alimentos de origen vegetal, y tiene un mayor impacto en el medio ambiente. Esta idea siempre ha ido de la mano de las dietas veganas o vegetarianas y su búsqueda de los mejores sustitutos cárnicos.
• Insectos: La elección de productos más sostenibles es la clave de las dietas sostenibles, aunque esto no deriva en dejar de consumir alimentos de origen animal. Algunos alimentos, como las carnes de rumiantes, son menos sostenibles que las carnes de ave y cerdo. Sin embargo, los insectos, aunque poco consumidos en Europa, son una gran fuente de proteínas que ayudan a conseguir de manera sencilla esa dieta más sostenible. 

¿Por qué realizar una dieta sostenible? 

Las ventajas de seguir una dieta sostenible son innumerables, desde beneficios para el medio ambiente como para las personas, aunque no siempre van de la mano. 

No es necesario llevar una dieta vegana o vegetariana para que esta sea ecológica, incluso manteniendo alimentos de origen animal que sean sostenibles como aves de corral o pescados de origen sostenible, priorizando los alimentos de origen vegetal, se conseguirá una dieta sostenible y equilibrada sin perder nutrientes importantes que, eliminando por completo los alimentos de origen animal, habría que buscar en otros productos. Por ejemplo, si se deja de consumir pescado, se perderían los, tan conocidos, beneficios del Omega3. 

En resumen, cambiar los hábitos alimentarios es un paso importante a dar, un paso hacia una dieta sostenible, hacia la reducción del consumo de carne de rumiantes y sustituirla por la de aves, cerdo o insectos que son más sostenibles para el medio ambiente. No es necesario eliminar todos los productos de origen animal, aunque una mejor selección y basar la dieta en los productos vegetales será beneficiosa tanto para el planeta como para la salud de las personas.