
Errores comunes al abrir un restaurante: lo que nadie te cuenta
Cualquier idea de emprendimiento debe tener en cuenta, antes de llevarse a cabo, cuestiones relativas a la planificación, la gestión y la capacidad de adaptación. No solo aquellas relativas a las características del producto, su calidad o sus ventajas. A veces, la ilusión por hacer realidad un proyecto nos hace olvidarnos de las decisiones estratégicas. En este artículo, te contamos cuáles son los errores al abrir un restaurante más frecuentes y cómo evitarlos.
Abrir un restaurante, ¿más difícil de lo que parece?
Tener una buena idea y sentir pasión por la cocina es imprescindible, pero no suficiente para que un proyecto logre triunfar. La hostelería es un sector con un alto índice de cierres en los primeros dos años de actividad. Y es que, aunque parezca que montar un restaurante puede ser sencillo, la realidad es que implica gestionar una estructura empresarial compleja.
Por ejemplo, hay que buscar una buena ubicación, cumplir con la normativa sanitaria, hacer una planificación financiera y contratar personal formado, entre muchos otros aspectos. Por tanto, se necesitan unos conocimientos previos del sector, para también capacidad para ir adaptando la idea original al mercado o los inconvenientes que vayan surgiendo.
Otro aspecto a tener presente es que emprender con un restaurante implica competir en un mercado saturado. Para no fracasar, es necesario también saber gestionar la experiencia del cliente, la rentabilidad y la diferenciación.
Los 5 errores más comunes
Los errores al abrir un restaurante son habituales, pero pueden evitarse con información y asesoramiento. A continuación, te contamos cuáles son y por qué es importante anticiparlos.
No realizar un estudio de mercado realista
Uno de los fallos más habituales es pensar que una buena idea basta para atraer clientes. Sin embargo, hay que estudiar el entorno, el perfil del público objetivo, la competencia directa y las tendencias de consumo. De lo contrario, se puede terminar escogiendo una ubicación inadecuada u ofrecer una propuesta que no encaja con la demanda local.
Otras cuestiones a analizar son el comportamiento de consumo en la zona, los horarios de mayor actividad o el nivel de gasto medio. El concepto del restaurante se tendrá que adaptar a la realidad de la zona.
Subestimar los costes reales del proyecto
Muchos emprendedores no hacen un cálculo detallado de los gastos de un restaurante, por lo que crean presupuestos demasiado optimistas.
Es habitual no tener en cuenta el coste de las licencias, maquinaria, personal, marketing o mantenimiento, incluso un fondo de maniobra. Este es el que permitirá mantenerse a flote los primeros meses, en los que probablemente los ingresos no cubrirán todos los gastos.
Elegir mal la forma jurídica del negocio
La elección de la forma jurídica determina el nivel de responsabilidad, la fiscalidad, la estructura societaria y la forma de operar del restaurante. Este es uno de los errores al abrir un restaurante que menos se tienen en mente.
Existen diferentes opciones, como ser autónomo, crear una sociedad limitada o una comunidad de bienes. La elección depende del tipo de proyecto, la inversión inicial y el número de socios.
Falta de previsión operativa
Las operaciones diarias de un negocio de hostelería requieren previsión en la gestión de compras, control de stock, coordinación de personal, sistemas de reservas y atención al cliente. Si no hay procedimientos claros o herramientas de gestión, puede haber errores, pérdida de productos, retrasos y, en consecuencia, una mala experiencia para el cliente.
Hoy en día, existen multitud de herramientas digitales que facilitan la gestión del día a día. Otro recurso disponible es la asesoría especializada, que ayuda a optimizar procesos y liberar tiempo para la toma de decisiones estratégicas.
No invertir en formación en dirección
Uno de los errores al abrir un restaurante más subestimado es pensar que la experiencia en cocina o sala es suficiente para gestionar un negocio de este tipo. Para poder ponerse al frente, se necesitan también conocimientos en liderazgo, estrategia, innovación, análisis financiero y gestión de equipos.
En nuestro Máster en Dirección y Gestión de Restaurantes aprenderás todas estas habilidades, así como otras que hemos mencionado anteriormente. Por ejemplo, análisis de mercado, estrategias de menú y carta, servicio al cliente y tendencias y avances tecnológicos.
Conclusión
Abrir un restaurante es un proyecto apasionante, pero también exigente. La ilusión no puede sustituir la planificación, y evitar los errores que acabamos de ver nos ayudará a que la gestión sea eficiente y sostenible.
Si quieres emprender en este sector, asegúrate de contar con la formación adecuada, tener asesoramiento y una visión realista del sector. En hostelería, improvisar suele salir caro y prepararse bien es lo que podrá ayudarte a superar los primeros años y crear una propuesta sostenible a largo plazo.