Gastronomía social, la nueva tendencia sostenible

Hoy en día, la sociedad está muy concienciada sobre el desarrollo sostenible, y cada vez apuesta más por preservar el medio ambiente. En consecuencia, constantemente nos preocupamos por lo que comemos y de dónde provienen los diferentes productos que ingerimos. Y no es de extrañar que una de las problemáticas sociales a nivel global sea la alimentación, por lo que la cocina pasa a ser un medio muy importante para ponerle remedio. 

Normalmente cuando hablamos de gastronomía o restauración tendemos a pensar en restaurantes exclusivamente. Pero la verdad es que la cocina es un campo mucho más extenso y variado. Así pues, también tenemos que tener en cuenta otros lugares tan o más importantes como por ejemplo la restauración colectiva o la gastronomía social. 

En este post vamos a hablar de la importancia que obtiene dicho concepto sobre todo para la educación de hoy en día y además, para poder acercarnos a un futuro cada vez más sostenible y respetuoso con el medio ambiente. 

¿Qué es la gastronomía social? 

Podríamos definir el concepto de gastronomía social como el proceso de transformar la cocina mediante la inclusión social y potenciando la eliminación del desperdicio y del hambre. La alimentación no solo trata de comer bien o hacerlo en un sitio de “alto standing”, sino que es mucho más. Es decir, se trata de cocinar teniendo en cuenta el medio ambiente, intentando aprovechar al máximo los distintos productos y recursos locales, evitando el desperdicio de los alimentos para ayudar a los que más lo necesitan y que al final todos podamos acceder a los mismos recursos. 

Se trata de entender que la gastronomía tiene las habilidades necesarias para influir en la sociedad de manera social, económica, cultural y ambiental, mejorándola en muchos ámbitos diferentes como la educación, la ecología, la salud y el arte, entre otros. 

Es en este momento, en el que los chefs pasan a ser imprescindibles en la sociedad. Porque son los principales encargados de educar a la población a través de sus recetas y creaciones innovadoras. Gracias a eso, sobre todo los jóvenes toman conciencia de lo que pasa a su alrededor. 

La responsabilidad social de los chefs

Siguiendo la línea de lo que hemos comentado hasta ahora. Es cierto que para los comensales es un placer acudir a un restaurante para disfrutar de tales experiencias. Pero la verdad es que la restauración forma parte de uno de los principales focos de contaminación, por ejemplo con la explotación animal y de las riquezas, y la gran generación de desperdicios de recursos. De tal modo, que el modelo de la gastronomía social contribuye a analizar las decisiones que toma el arte culinario para fomentar la sostenibilidad. 

Un chef es una persona que conoce a la perfección los ciclos de vida de cada producto, cómo se cultivan, pescan y crían los diferentes productos, así como el valor de los ingredientes delicados, el impacto que tienen sobre el medio ambiente y la influencia que obtienen las nuevas experiencias culinarias en la cultura. Por ello, ya no nos sorprende que compartan su pasión por la cocina con la sociedad.

Especialización en gastronomía social

El procedimiento es muy sencillo: Primeramente, el cocinero identifica una necesidad o algún aspecto que no acaba de estar bien en su comunidad, y a través de su influencia, intenta mejorarlo. Así pues, los chefs han adoptado diferentes prácticas innovadoras que están en sintonía con la gastronomía social. Por lo que ahora no nos resulta tan disparatado y hasta nos crea curiosidad por ejemplo asistir a restaurantes donde no se desperdicia absolutamente nada de los alimentos, como por ejemplo mermelada elaborada con la piel de la zanahoria y otros alimentos que se habrían desechado. Otra alternativa sería la elaboración de repostería saludable para niños diabéticos, entre otros muchos. 

El objetivo es utilizar su talento en la cocina para causar un impacto positivo y concienciado. Tales prácticas son una gran herramienta de educación sobre todo para los niños y jóvenes de hoy en día, para que comprueben por ellos mismos que se pueden elaborar recetas sostenibles, que están ricas, con artículos de proximidad y aprovechando al máximo las propiedades de cada producto.

Así pues, nos encontramos en una época de cambio constante, donde cada vez más la sociedad decide apostar por la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente. Por ello, está claro que la gastronomía social ha llegado para quedarse y el próximo 2.021 se ha considerado que Barcelona sea la capital de gastronómica sostenible.