Clasificación de los vinos catalanes y su rol en el sector vinícola español

Conocer los tipos de vino es fundamental a nivel gastronómico, especialmente para lograr maridajes perfectos. Sin embargo, la clasificación de los vinos puede variar considerablemente según la fuente. Por ello, hemos elaborado la siguiente clasificación enfocada en los vinos catalanes, donde descubrirás todo sobre sus características y procesos de elaboración, destacando la riqueza y diversidad que esta región vinícola tiene para ofrecer.

Clasificación de los vinos catalanes según su elaboración

Acorde a la forma de elaboración.

Vinos tranquilos

El contenido alcohólico de los vinos catalanes varía entre 9º y 14.5º, ofreciendo una diversidad de sabores y estilos para todos los paladares.

• Vino blanco: se elabora en ausencia de hollejos, fermentando el mosto. Puede oscilar entre tonos amarillo verdoso, amarillo oro o amarillo pajizo. Son resultado de la fermentación de la pulpa no coloreada de uvas que pueden tener piel de color blanco o negro con el fin de mantener un color amarillo transparente como resultado final. En Cataluña, la Denominación de Origen (DO) Penedès es famosa por sus vinos blancos, especialmente los elaborados con las variedades Xarel·lo y Macabeo.

• Vino tinto: Procede mayormente de mostos de uvas tintas, elaborados junto con los hollejos, lo que aporta una gran cantidad de colorante al vino. Este proceso también enriquece el vino con antocianos y taninos, proporcionando estructura y longevidad. La DO Priorat es un destacado ejemplo en Cataluña, conocida por sus robustos y complejos vinos tintos hechos principalmente con las variedades Garnacha y Cariñena.

• Vino rosado y clarete: el rosado se fermenta al igual que el blanco solo con el mosto, pero tiene una maceración inicial de varias horas hasta que alcanza el color rosado. Por otro lado, el clarete es un tipo de vino que se utiliza principalmente en el Mediterráneo. Su resultado es fruto de la mezcla entre uvas blancas y uvas tintas. En Cataluña, la DO Empordà produce excelentes vinos rosados, conocidos por su frescura y vivacidad, elaborados a partir de Garnacha y otras variedades autóctonas.
  Cada uno de estos vinos con DO refleja la riqueza y diversidad del patrimonio vitivinícola catalán, ofreciendo una amplia gama de sabores y experiencias para los amantes del vino.

Vinos especiales

Estos vinos suelen contener un porcentaje más elevado de alcohol y pueden ser dulces o semidulces, diferenciándose no sólo por el tipo de uva empleada sino también por las técnicas de elaboración utilizadas. Los más relevantes dentro de esta clasificación serían por un lado

• Vinos generosos: estos vinos tienen un grado alcohólico elevado (más de 15º) y son conocidos por su intensidad y complejidad. Un ejemplo notable es el vino de la DO Tarragona, que produce vinos generosos a partir de uvas tradicionales de la región.

• Vinos espumosos: Estos vinos contienen carbónico (burbujas) de manera natural debido a una segunda fermentación que dura un mínimo de 90 días. El Cava, especialmente de la DO Cava, es el espumoso más famoso de Cataluña. Este vino se elabora mediante el método tradicional, proporcionando burbujas finas y persistentes. Las variedades de uva utilizadas incluyen Macabeo, Xarel·lo y Parellada.

• Vinos de aguja: Estos vinos se caracterizan por la presencia clara de burbujas. El contenido de carbónico puede ser natural, derivado del propio proceso de fermentación, o químico, añadiendo el carbónico tras la fermentación.
  En Cataluña, la DO Alella es conocida por producir vinos de aguja que capturan la esencia fresca y vibrante de la región. Cada uno de estos vinos con DO refleja la riqueza y diversidad del patrimonio vitivinícola catalán, ofreciendo una amplia gama de sabores y experiencias para los amantes del vino.

Cava
 

El Cava es un espumoso que se elabora mediante el método tradicional, conocido como método champenoise. Este proceso implica una segunda fermentación en la botella durante un mínimo de nueve meses hasta treinta meses en el caso de los cava Gran Reserva, lo que genera las finas y persistentes burbujas que caracterizan al Cava.

Los cavas catalanes se producen principalmente en varios lugares como el Penedès la Anoia, el Baiz Llobregat, el Camp de Tarragona, la Conca de Barberá, Costers del Segre y el Empordà, amparados por la Denominación de Origen (DO) Cava. Las variedades de uva utilizadas en su elaboración son principalmente Macabeo, Xarel·lo y Parellada, aunque también se emplean otras variedades como Chardonnay y Pinot Noir, especialmente para los cavas más complejos y de mayor calidad.

Estos espumosos pueden variar desde brut nature, sin adición de azúcar, hasta dulce, permitiendo una amplia gama de maridajes y preferencias de sabor. El Cava catalán se distingue por su frescura, equilibrio y sofisticación, con notas que pueden ir desde cítricos y manzanas verdes en los más jóvenes, hasta almendras tostadas y brioche en los de mayor crianza.

Este espumoso es ideal para celebraciones y ocasiones especiales, aunque también se ha consolidado como un acompañante versátil para una variedad de platos, desde mariscos y pescados hasta carnes blancas y quesos suaves. Los cavas catalanes no solo son un símbolo de la región, sino también son embajadores de la cultura vinícola de Cataluña, reconocidos y apreciados tanto a nivel nacional como internacional.

El nuevo maridaje de vinos

El maridaje es el arte de combinar un tipo de vino con los sabores que ofrece la comida. Su principal fin es crear armonía para poder disfrutar de todas las características de los diferentes sabores, sin que una tape a la otra y viceversa. Para ello, es especialmente importante conocer las diferentes clases de vino (tal y como hemos visto) y la comida que lo acompaña.

Es una tarea especialmente complicada y ha generado bastante controversia durante los últimos años en el mundo de la enología. A pesar de que existen ciertas normas predeterminadas, cada vez son más los que se animan a experimentar y cuestionar esas “reglas” ya establecidas. Por eso, son muchos los críticos gastronómicos que apoyan el maridaje no convencional, no cerrarse a nada y apostar por nuevos sabores que puedan sorprender y que sea el cliente el crítico de la obra. Si esto te apasiona, nuestro Máster en Negocio del Vino y Gestión Vinícola te proporciona todos los conocimientos que debes tener en cuenta para experimentar y emocionar mediante el maridaje. Aprende a crear una experiencia sensorial única en el Barcelona Culinary Hub.

El impacto de los vinos catalanes en el sector vinícola español

El sector vinícola catalán desempeña un papel crucial en la economía, sociedad y cultura españolas. Cataluña, con su rica tradición vitivinícola, ha sido fundamental en posicionar a España como una potencia mundial en la producción y exportación de vino. España es el tercer productor mundial de vino, después de Italia y Francia, y cuenta con 945.000 hectáreas de viñedos, lo que representa el 13% del total mundial, situándonos como el país con mayor superficie de viñedo a nivel global. Cataluña contribuye significativamente a estas cifras, representando aproximadamente el 25% del sector vinícola español en términos de producción y exportación.

Cataluña se distingue por sus 12 Denominaciones de Origen (DO) y sus 42,822 hectáreas adscritas a estas, entre las que destacan Penedès, Priorat, Cava, y Empordà, todas ellas reconocidas por su alta calidad y singularidad. Estos vinos no solo son apreciados en el mercado interno, sino que también gozan de gran prestigio en el ámbito internacional.

MÁSTER EN NEGOCIO DEL VINO Y GESTIÓN VINÍCOLA

El Cava, por ejemplo, es uno de los espumosos más exportados del mundo, y su demanda sigue creciendo año tras año. Además, España es líder en viñedo ecológico, con 142.100 hectáreas dedicadas a la producción orgánica (datos de 2023). Cataluña es la segunda comunidad autónoma con 27,161 hectáreas y ha sido pionera en este ámbito, adoptando prácticas sostenibles y certificaciones ecológicas que atraen a un consumidor cada vez más consciente y exigente.

En resumen, el sector vinícola catalán no solo contribuye significativamente a la economía española, sino que también refuerza la reputación de España como un productor de vinos de alta calidad en el mercado global.