El comfort food como innovación en todo negocio gastronómico

El sector de la gastronomía se encuentra en constante búsqueda de nuevos conceptos y tendencias que sorprendan gratamente al paladar de los consumidores. En los últimos años, hemos visto un giro hacia los productos locales y de temporada, hacia la sostenibilidad y hacia las fusiones de sabores. Pero otra tendencia que está calando hondo es la del comfort food o comida de confort. Un giro a las experiencias culinarias de siempre que no solo llenan el estómago, sino que van cargadas de nostalgia.

En este artículo, te contamos en qué consiste y cómo se está implementando ya en diferentes proyectos gastronómicos. Pero si quieres aprender sobre las últimas tendencias, pásate por el blog y la oferta formativa de Barcelona Culinary Hub (BCH).

¿En qué consiste el comfort food?

El comfort food es un tipo de cocina que busca despertar emociones a partir de platos con productos gourmet y aromas que nos transportan al pasado. En concreto, a los olores de nuestro hogar en la infancia o a sabores que transmitan paz y tranquilidad. Podría decirse que es una aproximación a la llamada comida de la abuela. Esta no solo resultaba nutritiva, sino que venía inmersa en una experiencia agradable que nos reconfortaba el estómago y el alma.

Ahora, con el comfort food, podemos regresar a estas épocas pasadas desde un restaurante. En cuanto a las características que definen sus platos, hay que mencionar el reconocimiento o la popularidad de las propuestas, por estar relacionadas con la cultura, y por el placer inmediato. Es decir, que aunque se trate de comida saludable, el objetivo es deleitar a los sentidos y no hacer una valoración del aporte nutricional exacto. Sin duda, una propuesta que los perfiles gourmand adoran.

La base de la comida de confort: los productos de calidad

Además del reconocimiento y la obtención de placer, la comfort food apuesta siempre por la tradición. De ahí que sea capaz de transportarnos a los platos caseros y autóctonos de la cultura del país o de la local en cada región.

Y en cuarto lugar, por la sencillez, que es perfectamente compatible con productos de calidad y con una exquisita elaboración. Sin embargo, y para que no sean meras copias del pasado, en esta variedad de comida nunca falta una dosis de creatividad. Así se podrá sorprender gratamente a los comensales e incrementar las ventas del negocio.

¿Qué caracteriza un plato de comfort food?

La autenticidad y la simplicidad son dos características que siempre están presentes en un plato de comfort food. No se trata de conseguir presentaciones sumamente elaboradas o combinaciones extravagantes de sabores. Más bien, de lograr platos honestos que despierten la nostalgia.

Aromas familiares, texturas reconfortantes y sabores que recuerdan a la infancia. Por ejemplo, huevos de corral, guisos y cocidos o croquetas. Todos ellos alimentos reconfortantes por los que apostamos para darnos un capricho.

La razón por la que los chefs y cocineros están apostando por el comfort food la encontramos en que, ante tanta extravagancia, los consumidores buscan opciones con las que puedan conectar. Con los productos y servicios en general, los clientes ahora se interesan más por los valores de la marca o la calidad en las interacciones. Así, se crea una experiencia satisfactoria.

En este sector, también se persigue esta experiencia; en este caso reconfortante. Una apuesta más sencilla, pero igualmente atractiva para el paladar, y mucho más para las emociones. 

Proyectos gastronómicos que se basan en la comfort food

Komfort Restaurante

Komfort Restaurante está situado en Alicante, y como ellos mismos describen, practican un ejercicio de memoria del paladar, con platos que van directos a las emociones. Con opciones que pasan por la parrilla, el horno o los fogones, sus platos incluyen deliciosas propuestas autóctonas como los canelones de pollo, tataki de atún con salmorejo o pulpo con puerros. En un ambiente amigable, obtuvo el galardón Los Bib Gourmand, por su excelente relación calidad y precio.

Bosco de Lobos

Este restaurante apuesta por la comfort food, pero basada en la gastronomía italiana. Una cocina transalpina de estilo tradicional que destaca por sus platos cargados de sabor y que se pueden disfrutar en una agradable terraza o en su sala. Situado en Madrid, sus propuestas incluyen entrantes como croquetas o mozzarella frita, risottos y espaguetis, carpaccios y postres como el tiramisú o la panna cotta.

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