
Vino fortificado: el resurgimiento de una categoría clásica de vino
El vino fortificado, como el jerez, el oporto o el madeira, ha sido un referente de calidad y tradición en el sector durante siglos. Su producción se caracteriza por la adición de alcohol en el proceso de fermentación, y que le da una estructura única, un sabor más intenso y una longevidad excepcional. Sin embargo, en las últimas décadas, esta categoría ha perdido protagonismo para dar paso a otros estilos más frescos y ligeros. En la actualidad, está resurgiendo de nuevo por su apuesta por la innovación, la sostenibilidad y su riqueza histórica.
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¿Qué es un vino fortificado?
Un vino fortificado es aquel al que se le ha añadido alcohol durante o después de la fermentación. Sus niveles pueden alcanzar entre el 15% y el 20% de volumen alcohólico. Gracias a este proceso, se mejora la conservación y se desarrolla un perfil de sabor más complejo y diverso.
Valor histórico y cultural de los vinos fortificados
Los vinos fortificados jugaron un papel importante en la historia, sobre todo en las rutas comerciales marítimas. En ellas, se convirtieron en un producto muy valorado.
La razón principal era su mayor concentración alcohólica, resultado de la adición de aguardiente. Esta aumentaba su resistencia durante los viajes largos, en los que las condiciones de calor y las fluctuaciones de temperatura podían estropear otros tipos de vino. También se convirtió en un vino tradicional en las cortes europeas, donde valoraban tanto su sabor como su resistencia.
¿Por qué los vinos fortificados están resurgiendo?
Las preferencias de los consumidores están cambiando, tanto en el sector de la gastronomía como en el vinícola. Hoy en día, se busca la fusión entre la tradición y la innovación, y el vino fortificado ha sabido adaptarse a estas nuevas necesidades. Los factores que están detrás de este resurgimiento son tres:
- Interés en lo artesanal. Tanto los consumidores como los enólogos buscan procesos tradicionales que valoren la autenticidad de un producto.
- Calidad y exclusividad. Los vinos fortificados premium atraen a un público que busca experiencias singulares.
- Versatilidad. Son versátiles y pueden incluirse en una carta de vinos como aperitivos, acompañando platos complejos o incluso en coctelería.
Innovaciones introducidas en la producción de vinos fortificados
Hemos dicho que la apuesta por la innovación es la responsable del nuevo interés en el vino fortificado. Pero, ¿cuáles son dichas innovaciones?
Estilos y métodos de envejecimiento
Nuevas técnicas como el envejecimiento bajo velo de flor en condiciones específicas o el uso de barricas poco convencionales están ampliando las posibilidades de los vinos fortificados. Estas técnicas consiguen matices únicos y aromas más complejos.
Ediciones limitadas y premium
Las ediciones de este tipo crean una sensación de urgencia y de exclusividad, que facilita que, quienes están interesados en el vino de calidad o sean coleccionistas, apuesten por estas series pequeñas.
Sostenibilidad en la producción
Cada vez más productores apuestan por técnicas respetuosas con el medioambiente. Por ejemplo, viñedos ecológicos o métodos de vinificación que minimicen la huella de carbono.
Las mejores estrategias para posicionar vinos fortificados en el mercado
Además de la calidad o las características del vino fortificado, es necesario hacer uso de técnicas de marketing que ayuden con su posicionamiento. Por ejemplo, las siguientes:
Marketing experiencial
Consiste en ofrecer copas de vino en catas interactivas y experiencias enoturísticas en bodegas de renombre. Permiten a los consumidores probar y participar en el proceso de elaboración del vino. Genera conexión emocional y aumenta el valor percibido.
Alianzas con la gastronomía
Tanto el vino de Oporto como el vino de Jerez se pueden usar en maridajes y en platos de alta cocina. Restaurantes de prestigio y chefs famosos los incluyen en sus menús exclusivos y aumentan así su visibilidad y atractivo.
Canales de venta online
El e-commerce ayuda a llegar a una audiencia más amplia. Las plataformas digitales y las estrategias de marketing online, como las redes sociales o las tiendas especializadas, conectan a los productores de vinos con consumidores en cualquier parte del mundo.
Casos de éxito en la revalorización de vinos fortificados
Oporto Taylor’s
Esta histórica casa portuguesa ha reinventado su imagen con productos premium y experiencias de enoturismo que atraen tanto a conocedores como a nuevos consumidores.
Lustau en Jerez
Lustau ha logrado posicionar el jerez como un vino fortificado de lujo para ocasiones especiales a través de ediciones limitadas y colaboraciones con chefs.
Madeiras de Blandy’s
Esta bodega ha puesto en valor la tradición del Madeira con una gama que mezcla modernidad y respeto por la herencia vitivinícola de la isla.
El vino fortificado está regresando con fuerza, y se está haciendo un sitio en las guías de vinos. Si quieres aprender a desarrollar vinos o a posicionarlos en el mercado vinícola global, inscríbete en nuestro máster especializado.