
Proteínas alternativas: tipos, beneficios y futuro de la alimentación sostenible
Las proteínas alternativas son el recurso del que disponemos en la actualidad para reducir drásticamente el impacto medioambiental que nuestra alimentación tiene. La ganadería para consumo humano y el uso de terrenos para la producción de pienso son dos de los factores que más daño producen. Por suerte, tenemos opciones para avanzar hacia una alimentación sostenible.
¿Qué son las proteínas alternativas y por qué son importantes?
Las proteínas alternativas son aquellas que no provienen de las fuentes animales tradicionales, como la carne o los lácteos. Reducen la dependencia de la ganadería intensiva, que genera alrededor del 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero, fruto de los millones de litros de agua que requiere y las toneladas de metano que produce. Por no hablar de la instrumentalización de los animales como meros objetos de consumo.
Con estas proteínas vegetales se garantizaría la seguridad alimentaria global, sin renunciar a los nutrientes y respetando al medioambiente. La población mundial sigue aumentando y los recursos del planeta son cada vez más limitados. Por tanto, la decisión de cambiar nuestros hábitos no se puede posponer más. Y gracias a la biotecnología, la innovación gastronómica y las prácticas de agricultura regenerativa es posible.
Principales fuentes de proteínas alternativas
Proteínas vegetales (soja, legumbres, frutos secos)
La soja y los garbanzos, así como la quinoa, el amaranto,los pistachos y las semillas de cáñamo, contienen los nueve aminoácidos esenciales. En algunos casos, incluso más proteína que la carne, y sin la grasa que esta trae. En las lentejas y algunos tipos de alubias, basta combinarlas con cereales como el arroz para obtener toda la cadena. Por su coste y disponibilidad son accesibles para la mayoría de la población.
Microalgas y algas marinas (espirulina, chlorella, kelp)
El potencial de las algas como fuente de proteína está en crecimiento. La espirulina y la chlorella destacan por su alta densidad nutricional, y el kelp aporta minerales y fibra. Su cultivo requiere poca agua y no compite con suelos agrícolas, así que es una opción sostenible y escalable.
Insectos comestibles: grillos, orugas, harina de insecto
Los insectos comestibles llevan siglos presentes en la dieta de otras culturas, como la oriental. Ahora, se exploran en Occidente como fuente de proteína y micronutrientes. Grillos, orugas o su harina contienen altos niveles de hierro, calcio y aminoácidos esenciales. Además, su producción es mucho más eficiente que la ganadería tradicional.
Carne cultivada: agricultura celular y futuro de la proteína animal
La carne cultivada utiliza técnicas de agricultura celular para producir tejido animal sin criar y sacrificar animales. Todavía se encuentra en fase de desarrollo, pero promete ser una alternativa con el potencial de combinar la experiencia sensorial que ofrece la carne sin su impacto medioambiental.
Fermentación y micoproteínas: hongos y procesos biotecnológicos
La fermentación y la microproteína son propuestas innovadoras que utilizan el cultivo de hongos y los procesos biotecnológicos para producir proteínas de alta calidad. Ya se comercializan en diferentes formatos, como sustitutos de carne o ingredientes funcionales.
Beneficios de las proteínas alternativas
Las proteínas alternativas tienen multitud de beneficios, tanto para nuestra salud como para el planeta y la sociedad.
Ambientales: reducción de emisiones y uso eficiente de recursos
Estas fuentes requieren una cantidad de agua, tierra y energía más baja que la que demanda la ganadería intensiva. Por tanto, las emisiones de CO₂ se reducen y se avanza hacia un sistema alimentario más sostenible y resiliente.
Nutricionales: alto aporte de nutrientes y fibra
Muchas de estas proteínas aportan aminoácidos esenciales, vitaminas y minerales, además de fibra, que no está presente en las carnes tradicionales. Es decir, que son un recurso interesante para promover dietas equilibradas y variadas.
Sociales y económicos: accesibilidad y nuevas oportunidades de negocio
El desarrollo de proteínas alternativas genera empleos en sectores como investigación, producción y restauración. Pero no solo eso, sino que también permite diseñar productos más accesibles y adaptados a diferentes contextos culturales y económicos. Por ende, se potencia la innovación en el sector alimentario y en ámbitos como el foodtech.
El futuro de la alimentación con proteínas alternativas
El futuro de la alimentación pasa por integrar estas fuentes en los platos que consumimos en el día a día, pero de una forma natural y atractiva. Los chefs y los innovadores gastronómicos tienen un rol fundamental, puesto que pueden usar sus conocimientos y habilidades creativas para experimentar con estas materias primas, diseñar menús que despierten interés y generen confianza en el consumidor y muestren que lo sostenible puede ser igual o incluso más apetecible que lo que consumimos actualmente.
Sin embargo, la formación es necesaria, ya que muchos conceptos son todavía muy nuevos y los profesionales actuales no están familiarizados con ellos. En el Máster en Innovación Food & Beverage y Restauración de Marca de Barcelona Culinary Hub, se identifican y aplican tendencias actuales y futuras, con nuevas tecnologías, procesos y propuestas innovadoras. Pero, además, se integran principios de sostenibilidad y responsabilidad social. Si quieres ser parte de esta transformación, inscríbete hoy mismo.