
Cómo aplicar el food design en la creación de experiencias gastronómicas
Para diseñar platos que resulten atractivos para los clientes, se necesita algo más que un buen sabor. Como dice el dicho, la primera impresión es la que cuenta, y en el sector de la gastronomía, aún más. El diseño culinario, conocido como food design, influye en cómo percibimos y disfrutamos de los alimentos.
Qué es el food design y por qué es clave en gastronomía
El food design es una disciplina que combina diseño, gastronomía, psicología y comunicación. Trabaja sobre la estética de un plato, pero también sobre la forma en que se construye toda la experiencia alrededor de la comida. Es decir, que parte de la selección de los ingredientes y termina con la entrega del producto final en la mesa. Cada elemento de este proceso influye en cómo interpretamos lo que comemos.
Puesto que hoy en día los clientes buscan experiencias gastronómicas que vayan más allá de la calidad de un plato, el food design se ha convertido en un gran aliado. Ahora, se demanda sorpresa, emocionarse y compartir. Con el diseño de alimentos, lo que se hace es estructurar la vivencia para conectar con el público a través de estímulos visuales, táctiles, olfativos y sonoros.
Aquellos restaurantes que apuestan por esta herramienta, logran diferenciarse y fortalecer su imagen de marca. Pero además, se materializa la mejora de la experiencia en cambios concretos. Por ejemplo, la comodidad del espacio o la percepción de un sabor.
Técnicas y ejemplos de food design aplicadas en restaurantes
Food design es un conjunto de estrategias creativas que pueden aplicarse de distintas maneras. Por tanto, no hay una única fórmula fija a seguir, sino que en función del concepto del restaurante, el menú o el tipo de cliente, se usarán unas técnicas u otras. Las más habituales y eficaces son las siguientes:
Plating creativo y diseño de emplatados
El arte de emplatar es una herramienta de comunicación que los chefs han sabido aprovechar. A través del llamado plating, se transmite un mensaje, se ordenan las texturas y produce un efecto visual llamativo que influye directamente en la percepción del sabor.
Algunas de las técnicas que se incluyen aquí son pinceladas, puntos de contraste o disposición radial, para dirigir la atención hacia los ingredientes más importantes. En muchos restaurantes de vanguardia, el emplatado es parte de una coreografía que empieza en la cocina y termina ante los ojos del comensal.
Diseño de utensilios y vajilla para experiencias únicas
El food design se sirve de otros elementos más allá de los ingredientes. Uno de ellos es la vajilla, que puede potenciar la conexión emocional con lo que se come. Por ejemplo, no se percibe igual una sopa que llega en un cuenco tradicional que en una pieza diseñada para que el aroma suba y sea capturado directamente por nuestro olfato.
Hay restaurantes que colaboran con ceramistas y diseñadores industriales para desarrollar utensilios únicos que apoyen su narrativa. Además de en la estética, estas decisiones influyen en la ergonomía, la temperatura y hasta en el ritmo de la degustación.
Food design en menús degustación
En los menús degustación, el diseño pasa a ser protagonista. No se trata únicamente de diseñar cada plato, sino que se crea una secuencia completa. Esto es, hay una evolución en el sabor, una combinación de texturas, utensilios determinados, una música concreta que acompaña y una distribución del tiempo.
Cómo formarte en food design para potenciar tu carrera
Conocer y dominar el food design requiere de algo más que buen gusto o intuición estética. Puesto que es una disciplina que combina conocimientos técnicos, sensibilidad creativa y visión estratégica, es necesario formarse en ella. Tanto si se quiere trabajar en cocina como en gestión, diseño o eventos.
En el mercado, existen diferentes opciones para adquirir estos conocimientos, pero te recomendamos el Máster en Diseño de Espacios y Entornos Gastronómicos. Además de tratar el diseño gastronómico, en esta formación completa y actual adquirirás las habilidades necesarias para liderar proyectos gastronómicos que cautivan dentro y fuera del plato.
Es una oportunidad para tratar todas las dimensiones de esta disciplina, desde la creación de entornos sensoriales hasta el diseño de objetos, experiencias y marcas gastronómicas.
Conclusión
El food design tiene la capacidad de transformar platos en experiencias que permanecen en el recuerdo y que potencian la fidelización del cliente. Si quieres aplicar este enfoque de forma profesional, no dejes escapar la oportunidad y empieza a formarte con nuestro máster.